Mi semana BIE

       Esta tercera charla era la segunda parte de la anterior, pero con un enfoque distinto: en vez de únicamente enseñarnos la maquinaria y hablarnos de lo que hacían en el laboratorio, se nos explicaron las salidas profesionales de su carrera (Ingeniería Química) y por qué quizás deberíamos cursarla.      Esta vez tuvimos la suerte de que fuese en horario escolar, así que nos saltamos una clase de Física y Química (algo por lo que tenía sentimientos opuestos, pues me alegraba de no tener clase, obviamente, pero por otro lado teníamos un examen de esa materia próximo e íbamos a necesitar todas las horas de explicaciones y ejercicios posibles, pero bueno).      Solo vino uno de los profesores de la anterior sesión, el jefe del departamento, acompañado por dos "becarios" (o al menos creo que eran becarios). Nos comenzó a explicar todas las posibilidades de empleo de su carrera y he de decir que, si bien no lograron convencerme porque mis intereses viran más hacia la estadísti

       Este segundo seminario fue algo más largo que el anterior y la verdad es que me costó algo más seguirle el ritmo, no porque fuese rápido sino todo lo contrario: tres horas de clase extra por la tarde se te pueden hacer eternas. Los profesores también fueron muy agradables, y tuve la suerte de conocer a una de ellos de antemano (¡Hola Carmina, un saludo :) !).        Esta tarde la dedicamos a ver distintos experimentos y máquinas utilizados en los laboratorios de la Universidad para realizar distintas prácticas: reactores químicos (pero de los pequeños, nada parecido a los grandes de la industria) en los que realizamos una disolución con un fluido magenta precioso; distintos tipos de agitadores (mi favorito es el Rushton porque se parece al meme de la Roomba con cuchillos); modelados en 3D de fluidos, torres de enfriamiento que parecía más esculturas de arte moderno que otra cosa (me dieron ganas de llevarme una para decorar mi cuarto, ahí con su agua cayendo y dando vueltas). ¿S

     El primer seminario del BIE fue una gran experiencia. Al principio estábamos todos algo ansiosos por ver qué nos enseñaban, pero hablando entre nosotros se nos hizo corta y más amena la espera. Además, uno de nosotros conocía a la profesora quien, por cierto, era muy amable, así que no tuvimos ningún problema con ella.       Nos llevaron a una pequeña sala en la que nos proyectaron una presentación sobre cómo funciona realmente el ojo. Quizás eso suene un poco "peñazo" dicho así (y la verdad es que yo tampoco tenía muchas expectativas), pero cuando la profesora nos dio un alfiler y una cartulina con un agujero en el centro supe que ahí se cocía algo más interesante.  Realizamos múltiples experimentos con estos dos objetos: que si mirar a través con un ojo, que si acercarse el alfiler al ojo y ver cuando comenzaba a desdibujarse, observar como cambiaba el tamaño del agujero según lo mirases... Yo casi me clavo el alfiler, pero aparte de eso no tuvimos ningún problema.